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Comentario al evangelio de hoy lunes 05 de noviembre de 2018.

Del santo Evangelio según san Lucas 14, 12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer:

«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado.

Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Para Jesús la caridad no tiene límites. Igualmente compartía la mesa con el fariseo que lo invitaba, como también se auto-invitaba a la casa de los pecadores, como Mateo y Zaqueo.

Cuando hacemos una buena acción por alguien, principalmente si nos cuesta, nos sentimos pletóricos de alegría después de hacerla. En lo profundo tenemos la certeza de que esa sensación no viene del dar materialmente hablando, sino de darnos a nosotros mismos.

Ahora bien, ¿qué pasaría si además de vivir la caridad de este modo, agudizáramos el ojo espiritual en la vida corriente de todos los días? San Pablo dice: Vence el mal con el bien. (Rm 12,21) Si somos cristianos, no es suficiente decir voy a misa los domingos y con eso cumplo, o soy católico y rezo de vez en cuando por la gente que me hace daño; si no actuamos como Cristo y le dejamos actuar en nuestra vida, todo se queda en costumbres y no viviremos el verdadero cristianismo.

Prontamente seríamos santos si ofreciéramos el banquete del amor a todas aquellas personas que no nos pueden devolver en esta vida el bien que les ofrecemos.

Tal fe implica en la acción y suscita buenas costumbres. Es mirada que acompaña procesos, transforma los problemas en oportunidades, mejora y construye la ciudad del hombre. Deseo que sepáis saber afinar y defender siempre esta mirada; superar la tentación de no ver, de alejar o excluir. Y os animo a no discriminar; a no considerar a nadie como excedente; a no conformaros con lo que todos ven. Que nadie dicte vuestra agenda menos los pobres, los últimos, los que sufren. No agrandéis las filas de los que corren a contar esa parte de realidad que ya está iluminada por los focos del mundo. Partid desde las periferias, conscientes de que no son el final, sino el inicio de la ciudad.
(Discurso de S.S. Francisco, 1 de mayo de 2018).

 

Fuente  :  http://es.catholic.net/op/articulos/71539/todo-se-queda-en-costumbres.html#modal