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EDD. miércoles 26 de septiembre de 2018.

Miércoles de la vigesimoquinta semana del tiempo ordinario.


Santos Cosme y Damián, mártires
Memoria libre 
Color: rojo

Cosme y Damián son mártires de Cirópolis, en Siria. Desde el siglo IV, tantos milagros florecían  en el lugar de sus tumbas que la leyenda los presenta como médicos que curaban gratuitamente. Por eso, su culto y la invocación de su patrocinio no tardaron en extenderse por todos los países ribereños del Mediterráneo.

Antífona de entrada            Cf. Sal 33, 20-21

Los justos padecen muchas tribulaciones, pero el Señor los libra de ellas. Él cuida todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará.

ORACIÓN COLECTA

Te alabamos, Padre, en la conmemoración de tus santos Cosme y Damián, porque a ellos les diste la gloria eterna, y a nosotros nos proteges con admirable providencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

No me des pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria.

Lectura del libro de los Proverbios   30, 5-9

Toda palabra de Dios es acrisolada, Dios es un escudo para el que se refugia en Él.

No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y seas tenido por mentiroso.

Hay dos cosas que yo te pido, no me las niegues antes que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria, no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: “¿Quién es el Señor?”, o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el Nombre de mi Dios.

SALMO RESPONSORIAL  118,29.72.89.101.104.163

R/. ¡Tu palabra es una lámpara para mis pasos, Señor!

Apártame del camino de la mentira, y dame la gracia de conocer tu ley.

Para mí vale más la ley de tus labios que todo el oro y la plata.

Tu palabra, Señor, permanece para siempre, está firme en el cielo. Yo aparto mis pies del mal camino, para cumplir tu palabra.

Tus preceptos me hacen comprender: por eso aborrezco el camino de la mentira. Odio y aborrezco la mentira; en cambio, amo tu ley.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO     Mc 1, 15

Aleluya.

El Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia. Aleluya.

EVANGELIO

Los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   9,1-6

Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para sanar las enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, diciéndoles: “No lleven nada para el camino, ni bastón, ni provisiones, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”.

Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y sanando enfermos en todas partes.

 

Fuente  :  http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-09-26

REFLEXIÓN  :  

CR

La misión, la gran misión, la única misión, de la Iglesia es evangelizar, anunciar a todo el mundo la buena nueva del Reino y dar testimonio del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. Es la misión de todos los que forman la Iglesia. Atañe a todos por igual. Desde el cristiano de cualquier país africano hasta el de Japón o Canadá o Italia. Desde el laico hasta el obispo.

Por eso, cuando leemos el relato de aquella primera misión, algo nos tiembla por dentro. Jesús reúne a los Doce, les da poder sobre toda clases de demonios y los envía a proclamar el reino y a curar a los enfermos. Este texto nos dice con claridad que para los doce, y para la primera comunidad cristiana, la misión era también la primera razón de su existencia. Aquella comunidad, aquella iglesia, no era una secta cerrada sobre sí misma. Estaba abierta a todos los vientos, a todas las culturas, a todas las razas. Para que todos conociesen el mensaje de Jesús.

El evangelista Lucas, cuando escribió este texto, tenía muy presente la importancia clave de la misión evangelizadora para la iglesia. Por eso cuidó bien los detalles, las condiciones en que el evangelizador debe llevar adelante su misión de modo que no oculte el mensaje ni lo deforme. La primera condición es la pobreza. A la misión no le hacen falta adornos. Es más, le sobran. “Ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero.” Hoy lo podríamos traducir por “ni ordenador, ni powerpoint, ni técnicas psicológicas, ni…” El reino se anuncia por sí mismo. El amor no se transmite mediante libros ni mediante sesudas reflexiones. El amor se transmite amando, haciendo que aquellos con los que nos encontramos sientan y experimenten el amor de Dios en nuestra forma de tratarlos. Ese es el punto de partida. Luego pueden venir los libros y los powerpoints. Pero ha de quedar claro que lo nuclear del mensaje se entrega de persona a persona, en el testimonio de vida, en el servicio desinteresado por el bien del otro.

El otro punto que no hay que olvidar: la buena nueva está marcada por la urgencia. El evangelizador tiene que llegar y ofrecer el mensaje. Y saber salir hacia otro lugar, cuando el mensaje no es bien recibido. Lo suyo es anunciar. Hay muchos que están esperando. Y continuamente hay que buscar los medios, los lenguajes, las iniciativas que hagan llegar la buena nueva a los que no la conocen.

Hoy tenemos que seguir evangelizando. Esa es nuestra misión. No olvidemos que lo fundamental es el testimonio de vida. Y que evangelizar es urgente porque hay muchos que están esperando.

Fuente  :  https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/hoy