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EDD. lunes 24 de septiembre de 2018.

Lunes de la vigesimoquinta semana del tiempo ordinario.


Nuestra Señora de la Merced
Memoria libre 
Color: blanco

Antífona de entrada            Cf. Jdt 13, 18. 19

El Señor, el Dios altísimo, te ha bendecido a ti, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra. Él ha engrandecido tanto tu nombre, que los hombres no dejarán de alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Padre misericordioso, que otorgaste la redención a los hombres por medio de tu Hijo, concede, a cuantos invocamos a su Madre con el título de la Merced, mantenernos en la verdadera libertad de hijos, que Jesucristo nos mereció con su sacrificio, y ofrecerla incansablemente a todos los hombres. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El hombre perverso es abominable para el Señor.

Lectura del libro de los Proverbios   3, 27-34

No niegues un beneficio al que lo necesite, siempre que esté en tus manos hacerlo.

No digas a tu prójimo: “Vuelve después, mañana te daré”, si tienes con qué ayudarlo.

No trames el mal contra tu prójimo, mientras vive confiado junto a ti.

No litigues con un hombre sin motivo, si no te ha causado ningún mal.

No envidies al hombre violento ni elijas ninguno de sus caminos.

Porque el hombre perverso es abominable para el Señor, y Él reserva su intimidad para los rectos.

La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero Él bendice la morada de los justos.

Él se burla de los insolentes y concede su favor a los humildes.

SALMO RESPONSORIAL   14, 2-4b. 5

R/. ¿Quién habitará en tu Casa, Señor?

El que procede rectamente y practica la justicia; el que dice la verdad de corazón y no calumnia con su lengua.

El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino, el que no estima a quien Dios reprueba y honra a los que temen al Señor.

El que no se retracta de lo que juró, aunque salga perjudicado; el que no presta su dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que procede así nunca vacilará.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Mt 5, 16

Aleluya.

Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.

Aleluya.

EVANGELIO

La lámpara se coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   8, 16-18

Jesús dijo a sus discípulos:

No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.

Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener.

 

Fuente  :  http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-09-24

Reflexión  :

CR

Ya cuando estábamos estudiando teología dedicamos mucho tiempo a dialogar sobre qué significaba dar testimonio, ser testigos de Jesús. Hablábamos de algo muy importante porque en nuestro futuro inmediato, como misioneros, era lo que fundamental que pretendíamos hacer. Ser testigos debería ser el eje central de nuestra vida.

Hoy sigue estando ese debate muy presente en la vida de la Iglesia. Pero tengo la sensación de que la respuesta ha ido cambiando, de que ya no es la misma. En definitiva, nosotros nos respondíamos algo que ya se decía hace siglos. El cristiano no se diferencia por tener unas leyes o normas especiales. Tampoco por ir vestido de una manera especial. Ni siquiera el rasgo distintivo debe ser el rosario o una liturgia especial. El cristiano, el discípulo de Jesús, se distingue por un estilo de vida. Dicho en otras palabras: el “mirad cómo se aman.” Ahí está la clave. Vivir el amor de Dios en todo momento. Ése es el elemento que debe caracterizar la vida del cristiano. Francisco de Asís, cuando mandó a sus frailes a evangelizar en tierras musulmanas, lo expresó muy bien cuando dijo: “Evangelizad siempre, hablad sólo cuando sea necesario.”

Estamos llamados a ser luz del mundo. No hay ninguna razón para ocultar esa luz. Pero lo importante es la luz no el candelero. Lo importante es el amor experimentado, vivido, regalado, compartido. Lo que lo adorna es eso, puro adorno. Las palabras, los hábitos, los rezos, todo eso puede estar bien según el momento, la oportunidad. O puede estar mal y sobrar. Según el momento y la oportunidad. Pero el amor de Dios hecho vida está siempre bien. Sin él no hay testimonio.

Vamos a ser luz para que todos vean la luz, para que todos experimenten el amor de Dios que ha llegado a nuestros corazones. El amor es gratuito, generoso, misericordioso, no impone condiciones, no exige nada. Simplemente se da, se regala, sin medida, sin límite. Cualquier condición, del tipo que sea, no hace más que ocultar y esconder la luz que debe brillar para todos. Dios ha encendido esa luz en nuestros corazones. No podemos ocultarla ni taparla. Dar testimonio es vivir como el que ha experimentado el amor de Dios y lo comparte con todos. Todo eso y nada más que eso.

Fuente  :  https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/hoy