EDD. jueves 06 de septiembre de 2018 . –
Jueves de la vigesimosegunda semana del tiempo ordinario.
Feria
Color: verde
Antífona de entrada Cf. Sal 67, 6-7. 36
Dios habita en su santa morada. Él congrega en su casa a los dispersos. El dará poder y fortaleza a su pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, protector de los que esperan en ti, fuera de quien nada tiene valor ni santidad; acrecienta sobre nosotros tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, usemos los bienes pasajeros de tal modo que ya desde ahora podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 3, 18-23
Hermanos:
¡Que nadie se engañe! Si alguno de ustedes se tiene por sabio en este mundo, que se haga insensato para ser realmente sabio. Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. En efecto, dice la Escritura: «Él sorprende a los sabios en su propia astucia», y además: «El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos».
En consecuencia, que nadie se gloríe en los hombres, porque todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo o Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente o el futuro. Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 23, 1-4b. 5-6
R/. Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque Él la fundó sobre los mares, Él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro de corazón; el que no rinde culto a los ídolos.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mt 4, 19
Aleluya.
“Síganme, y Yo los haré pescadores de hombres”, dice el Señor. Aleluya
EVANGELIO
Abandonándolo todo, lo siguieron
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 1-11
En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”.
Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”.
Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.
Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-09-06
REFLEXIÓN :
• Lucas 5,1-3: Jesús enseña desde el barco. La gente busca a Jesús para oír la Palabra de Dios. Y es tanta la gente a su alrededor que Jesús queda como apretado por todos los lados. Jesús le pide ayuda a Simón Pedro y a algunos compañeros que habían vuelto de la pesca. Entra con ellos en el barco y desde allí responde a lo que el pueblo le pide, comunicándole la Palabra de Dios. Sentado, Jesús toma postura y autoridad de un maestro, pero habla desde un barco de un pescador. La novedad consiste en que el Señor no sólo enseña en una sinagoga para un público seleccionado, sino en cualquier lugar donde la gente quiere escucharle, hasta en la playa misma.
• Lucas 5,4-5: «¡Por tu palabra echaré las redes!» Terminada la instrucción a la gente, Jesús se dirige a Simón y le anima a pescar de nuevo. En la respuesta de Simón se nota frustración, cansancio y desaliento: «¡Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada!». Pero, con confianza en la palabra de Jesús, vuelven a echar las redes. ¡La palabra de Jesús tiene más fuerza que la experiencia frustrante de la noche!
• Lucas 5,6-7: El resultado es sorprendente. La pesca es tan abundante que las redes casi se rompen y los barcos están a punto de hundirse. Simón necesita la ayuda de Juan y de Santiago, que están en otro barco. Nadie consigue ser completo, si está solo. Las comunidades deben ayudarse entre sí. El conflicto entre las comunidades, tanto en el tiempo de Lucas como hoy, tiene que ser superado en vista de un objetivo común, que es la misión. La experiencia de la fuerza transformadora de la Palabra de Jesús es el eje alrededor del cual las diferencias se asumen y superan.
• Lucas 5,8-11: «¡Serás pescador de hombres!» La experiencia de la proximidad de Dios en Jesús le hace percibir a Simón quién es: «¡Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador!» Ante Dios ¡todos somos pecadores! Pedro y los compañeros tienen miedo y, al mismo tiempo, se sienten atraídos. Dios es un misterio fascinante: da miedo y, al mismo tiempo, atrae. Jesús aleja el miedo: «¡No tengas miedo!» Llama a Pedro y le compromete en la misión, mandando a que sea pescador de hombres. Pedro experimenta, bien concretamente, que la Palabra de Jesús es como la Palabra de Dios. Es capaz de hacer acontecer lo que afirma. En Jesús aquellos rudos trabajadores hicieron la experiencia de poder, cobraron valor y confianza. Entonces, «dejándolo todo, ¡le siguieron!». Hasta entonces, sólo Jesús anunciaba la Buena Nueva del Reino. Ahora otras personas van siendo llamadas e implicadas en la misión. Esa manera que Jesús tiene de trabajar en equipo es una Buena Nueva para el pueblo.
• El episodio de la pesca en el lago manifiesta la atracción y la fuerza de la Palabra de Jesús. Atrae a la gente (Lc 5,1). Lleva a Pedro a ofrecer su barco a Jesús para que hable (Lc 5,3). La Palabra de Jesús es tan fuerte que vence la resistencia de Pedro, lleva a lanzar de nuevo la red y hace que acontezca la pesca milagrosa (Lc 5,4-6). Vence en Pedro la voluntad de alejarse de Jesús y lo atrae para que sea «pescador de gente!» (Lc 5,10) ¡Y así la Palabra de Dios actúa hasta nuestros días!
Fuente : http://ocarm.org/es/content/lectio/lectio-divina-lucas-51-11