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Homilía para la Eucaristía del domingo 02 de agosto de 2018

Domingo 2 de Septiembre.

DOMINGO XXII DEL AÑO.

Deuteronomio 4,1-2.6-8: exhortación al Pueblo a cumplir la Ley. Esto garantiza la posesión de la Tierra Prometida y la Sabiduría del Pueblo: saber lo que es, saber lo que quiere y saber dónde va.

Santiago 1,17-18.21.22.27: hermosa síntesis de una autentica vida de fe: el auténtico creyente se alimenta de la Palabra de Dios, atiende a los necesitados y no se contamina con los pecados de este mundo.

Marcos 7,1-8.14-15.21-23: Jesús denuncia la falsa religiosidad de los fariseos y su pureza legal. Él propone un nuevo principio de pureza y de moral.

1.- Llama la atención el trato de Jesús a los fariseos y escribas. Los llama hipócritas. Palabra que viene del griego y designa la máscara que en una obra teatral sirve para representar un personaje. La religión mal llevada puede asemejarse a una obra teatral: el actor finge ser el personaje que representa, pero no lo es. Los fariseos vaciaron la Ley y se quedaron con la cáscara, cayeron en un culto de la Ley y esto produjo un fundamentalismo religioso insoportable. Pensaban que agradaban a Dios al purificarse por fuera. Esta religiosidad era insoportable para el Pueblo de Dios, que había recibido la Ley como fuente de Sabiduría. La mucha religión había eclipsado la Voluntad de Dios. Por eso Jesús fue crítico con los sostenedores del sistema religioso imperante.

2.- Dios quiere otra cosa. Él nos quiere felices y expresa su Voluntad para que sepamos ser felices. Si para un piadoso israelita cumplir la Ley era fuente de Sabiduría, con mayor razón para un cristiano el seguir al Señor, que vivió la Voluntad de Dios en plenitud, será fuente de felicidad y Sabiduría.

La Palabra de Dios es clara. Sólo cumpliendo la Voluntad de Dios seremos libres. La estrechez de mente y corazón ahoga la libertad interior y hace que caigamos en el rigorismo y en el legalismo. Se hace consistir la santidad y perfección en lo que no es. Y el Apóstol Santiago nos lo dice claramente: “La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas…y no contaminarse con el mundo”.

3.- Precisamente el Papa Francisco repetidas veces nos ha advertido de no caer en un cristianismo estéril. Estéril será nuestro cristianismo cuando nos contaminamos con la mundanidad. Estéril será nuestro cristianismo si nos conformamos con declaraciones grandilocuentes, con celebraciones litúrgicas hermosas, pero vacías de contenido, como podrían ser los diversos “Te Deum” que se realizarán a lo largo de nuestra Patria. Estéril será nuestro cristianismo si se sigue construyendo un país lleno de individuos, pero falto de personas. Estéril será nuestro cristianismo si nos preocupamos de la formas, pero descuidamos el fondo.

Todos queremos una Iglesia renovada. No tengamos miedo a “perder”. Sólo perdiendo prestigio, poder, formalismo es como ganaremos en autenticidad.

4.- Hoy Jesús vuelve a poner las cosas en su lugar. No nos vayamos por las ramas. El Señor nos quiere auténticos. Tengamos en cuenta lo que nos dice el salmo de hoy, que es una respuesta a la pregunta que le hacemos al Señor: “Señor, ¿quién habitará en tu casa?” Repasemos el salmo.

Hoy el Señor nos invita a comer, a unirnos con Él. Que Él sea quien nos limpie interiormente para que en verdad seamos puros ante sus ojos. Bien podemos decirle al Señor con el salmo 50(51): “Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu”.

Hermano Pastor Salvo Beas.