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EDD. martes 21 de agosto de 2018

Martes de la vigésima semana del tiempo ordinario.

San Pío X, papa
Memoria obligatoria 
Color: blanco

Pío X (1835-1914), que había sido obispo de Mantua y patriarca de Venecia, fue elegido Papa el año 1903. Tenía como lema “instaurar todas las cosas en Cristo” y en él inspiró toda su actividad pastoral.

Gobernó la Iglesia con firmeza, en una época en que debió enfrentar un laicismo virulento y un cuestionamiento radical de los conocimientos bíblicos y teológicos. Promovió, en este sentido, la acción responsable de los laicos en la misión evangelizadora de la iglesia.

Al invitar a los cristianos a participar activamente en la liturgia, les mostró el camino hacia las fuentes vivas de la fe.

Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24

Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: Yo, el Señor, seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste de sabiduría divina y de fortaleza apostólica al Papa san Pío X; concédenos que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, alcancemos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

¡Tú, que eres un hombre y no un dios, te has considerado igual a un dios!

Lectura de la profecía de Ezequiel   28, 1-10

La palabra del Señor me llegó en estos términos: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así habla el Señor:

“Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: ‘Yo soy un dios; estoy sentado en un trono divino, en el corazón de los mares’. ¡Tú, que eres un hombre y no un dios, te has considerado igual a un dios!

Sí, eres más sabio que Daniel: ningún secreto te supera. Con tu sabiduría y tu inteligencia, te has hecho una fortuna, acumulaste oro y plata en tus tesoros. Por tu gran habilidad para el comercio fuiste acrecentando tu fortuna, y tu corazón se llenó de arrogancia a causa de tantas riquezas”.

Por eso, así habla el Señor: “Porque te has considerado igual a un dios, Yo traigo contra ti gente extranjera, las más feroces de las naciones: ellos desenvainarán la espada contra tu bella sabiduría, y profanarán tu esplendor. Te precipitarán en la fosa y morirás de muerte violenta en el corazón de los mares.

¿Te atreverás a decir: ‘Yo soy un dios’, delante de tus verdugos? Serás un hombre, no un dios, en manos de los que te traspasen.

Tendrás la muerte de los incircuncisos, en manos de extranjeros, porque Yo he hablado”.

SALMO RESPONSORIAL      Deut 32, 26-28. 30. 35c-36b

R/. El Señor hará justicia con su pueblo.

Yo me propuse reducirlos a polvo y borrar su recuerdo de entre los hombres, pero temí que sus enemigos se jactaran, que cayeran en el error.

Y dijeran: “Nuestra mano ha prevalecido, no es el Señor el que hizo todo esto”. Porque esa gente ha perdido el juicio y carece de inteligencia.

¿Cómo podría uno solo desbandar a mil y dos, poner en fuga a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido y el Señor no los hubiera entregado?

Porque está cerca el día de su ruina y ya se precipita el desenlace. Sí, el Señor hará justicia con su pueblo y tendrá compasión de sus servidores.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO     2 Cor 8, 9

Aleluya.

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. Aleluya.

EVANGELIO

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     19, 23-30

Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”.

Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”

Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible”.

Pedro, tomando la palabra, dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”

Jesús les respondió: “Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna.

Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”.

 

Fuente  :  http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-08-21

 

REFLEXIÓN :

El joven rico se fue muy triste. Para seguir a Cristo tenía que abandonar la gestión de sus negocios. La alegría no se posee, sino que se recibe como una gracia cada mañana. Igual que el Reino de Dios no se gana, se recibe. Hoy Jesús en el Evangelio constata la incapacidad de los ricos para acceder al mundo de la fe vivida, de la esperanza y de la alegría. Pues la fe germina con mayor facilidad en el desprendimiento de la pobreza que en las preocupaciones de la riqueza. No caigamos en la tentación de pensar como los ricos que sus bienes le pueden ser de alguna utilidad para obtener un lugar en el Reino. !Si al menos pusieran sus riquezas al servicio de los demás! Las exigencias para vivir el Evangelio son tales que los discípulos le hacen esta pregunta tan dramática: ¿Quién podrá salvarse? A la que Jesús responde de manera firme y sencilla: !Para los hombres es imposible, pero para Dios TODO ES POSIBLE! Ahora bien, ¿estamos dispuestos a soltar nuestras amarras y riquezas que nos retienen prisioneros de nosotros mismos? Quien así lo haga empezará a saborear ya en esta vida la dulzura de la fe, la alegría de la esperanza y los frutos abundantes del amor. ¡Es cuestión de soltar amarras, de dejarse hacer!
¡Paz y Bien!

Fuente  :  https://www.franciscans.cat/la-palabra/750-soltar-amarra