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Comentario al evangelio de hoy martes 24 de julio de 2018.

Hermanos, paz y bien!!!
Les compartimos el evangelio de hoy martes 24 de julio de 2018, con su respectivo comentario :

Del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50

En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo entonces a Jesús: «Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo».

Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos?». Y señalando con las manos a sus discípulos, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

En el Evangelio de hoy, Jesús nos propone una sola cosa que es esencial para la vida de un cristiano, hacer la voluntad de Dios. Es algo que parece simple de decir pero es muy difícil de concretar, más no imposible cuando se quiere hacer esa voluntad. Debemos tener muy presente que Dios jamás no pedirá algo que no podríamos alcanzar y, por ende, su voluntad es siempre algo que podemos lograr.

Todos los días hacemos cientos de cosas, una cierta cantidad de obligaciones como padres, como hijos, como jefes, como empleados… , pero ahora pensemos cuántas veces las hacemos pero en nuestro interior, antes de comenzarlas, las ofrecemos a Dios como ofrenda y le decimos:»Señor esto es lo que soy, esto es lo que tengo para darte hoy», y seguro el Señor las recibe pues sabe que lo hacemos, no como simples operarios, sino que buscamos hacer su voluntad y, además, lo ofrecemos para nuestra santificación y la de los que nos rodean.

Pidamos a María, el ejemplo más perfecto de quien busco hacer la voluntad de Dios, que nos aliente y nos ayude para poder decir como ella:»Hágase en mi según tu palabra».

Somos discípulos, pero también somos misioneros y portadores de Cristo allí donde él nos pide estar presentes. Por tanto, no podemos encerrar el don de su presencia dentro de nosotros. Por el contrario, estamos llamados a hacer partícipes a todos de su amor, su ternura, su bondad y su misericordia. Es la alegría del compartir que no se detiene ante nada, porque conlleva un anuncio de liberación y de salvación.
María nos permite comprender lo que significa ser discípulo de Cristo.
(Palabras de S.S. Francisco, 8 de octubre de 2016).

Fuente : http://es.catholic.net/op/articulos/70353/cumplir-la-voluntad-de-dios.html