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Homilía para la Eucaristía del domingo 18 de marzo del 2018.

Fuente :  https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2018/03/16/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-18-de-marzo-del-2018/
 
Paz y Bien a todos.

DOMINGO QUINTO DE CUARESMA.

 

Jeremías 31,31-34: se promete una Alianza nueva y mejor, ya que la anterior se había viciado.

Hebreos 5,7-9: Jesús, como hombre, supo obedecer la Voluntad de Dios, así llega a ser Salvador de todos.

Juan 12,20-33: es la conclusión del ministerio de Jesús. Jesús declara que llega la hora de ser glorificado, a propósito de la presencia de unos no judíos que le buscan.

1.- Estamos a una semana de Semana Santa, en la que nos concentraremos en el núcleo del Misterio de Cristo: su Muerte y Resurrección. Hoy se nos muestran aspectos relacionados directamente con el Misterio de la Pascua.

Podría destacarse en primer lugar la obediencia de Cristo, que insiste la carta a los Hebreos. La ofrenda o sacrificio que más agradó a Dios Padre fue su perfecta obediencia. Por esta entrega El llega a ser el Mediador de una Nueva Alianza, mejor que la anterior, sellada con su Sangre. Alianza que imprime en el corazón del hombre la Voluntad de Dios, expresada en sus Mandamientos.

En segundo lugar, Jesús utiliza la imagen del trigo. El es ese grano de trigo que para dar fruto tiene que morir, ser sembrado, enterrado, para que dé mucho fruto.

2.- El discípulo, el que pretende seguir al Señor, tiene que estar dispuesto a hacer lo que hizo el Señor. ¿Qué hizo El? El vino a servir; por eso, el mejor servicio que El hizo fue aceptar plenamente la voluntad de Dios y así ofreció su voluntad, que fue la mejor ofrenda que pudo realizar. Lo que más interesa al Señor es el servicio. Servir es imitar a Cristo, que entregó su vida para ser fecundo. Así también nosotros; seremos fecundos en la medida que sirviendo somos capaces de dar la vida por los demás.

En la lógica del evangelio, en la medida que se muere se tiene vida y en la medida que se sirve se reina.

3.- Se acercan a Felipe unos griegos con una extraña petición: “queremos ver a Jesús”. Esto demuestra que muchos no judíos buscan a Jesús. Son las otras ovejas que no son del redil de Jesús. Son aquellos que son atraídos a Cristo al ser El levantado, es decir, muerto y resucitado.

 Esta petición de los griegos está indicando que se acerca la hora de la glorificación de Jesús, cuando El, como el grano de trigo, será sepultado y, revestido de nueva vida, salvará a muchos.

Con su misterio de muerte y resurrección Jesús se convierte en polo de atracción de la humanidad.

Muchos quieren ver a Jesús. ¿Cuál sería nuestra reacción si alguien se acercara y nos dijera: “queremos ver a Jesús”? Hoy algunos buscan a Jesús, pero no lo encuentran. No sabemos mostrar a Jesús.

4.- El grano de trigo ya está fructificando.

Jesús es ese grano de trigo. Pero nosotros, unidos a Él, también somos grano de trigo, siempre y cuando como Él sepamos morir a nosotros mismos. Saber obedecer la Voluntad de Dios, como Él, saber servir a los demás.

La Eucaristía que vamos a celebrar es realización del misterio de la glorificación de Jesús. Unidos a Él bien podemos decirle al Señor: “Crea en mí, Señor, un corazón puro.

                                                                      Hermano Pastor Salvo Beas.