Homilía para la Eucaristía del Domingo 17 de diciembre de 2017.
Fuente : https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/12/15/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-17-de-diciembre-de-2017/
Alegrémonos, el Señor está cerca. Y esta alegría la expresamos en nuestra parroquia con el canto. El martes 19: concierto a las 20 horas. El sábado 23: concierto a las 20’30 horas.
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO.
Isaías 61,1-2.10-11: el Profeta es invadido por el Espíritu de Dios para ser portador de buenas noticias. Cesa todo lo que oprime y hace sufrir al Pueblo de Dios.
1Tesalonicenses 5,16-24: exhortación a trabajar en la propia santificación ya que viene el Señor. Para esto, es necesaria la docilidad al Espíritu.
Juan 1,6-8.19-28: se resalta la figura del Bautista. El da a conocer su misión: ser el testigo de la Luz, el que viene a preparar el ambiente a Cristo.
1.- Durante el Adviento son varios los personajes claves que aparecen: Isaías, Juan el Bautista, pronto María y José. Yo diría que la Palabra de Dios hoy nos muestra al Personaje clave, indispensable. ¿Cuál? El Espíritu Santo, el Amor divino que lo recrea todo. Es este Amor de Dios el que invade al Profeta para que pueda realizar su misión.
Al comenzar su vida pública, nos dice san Lucas que Jesús se aplicó literalmente estas palabras del Profeta (cfr. Lucas 4,18-19). Así El inauguraba la nueva era Mesiánica.
La presencia del Espíritu Santo es recreación, vida nueva. A los desterrados se les anuncia algo nuevo, una vida nueva, libre de todo.
Con el destierro no sólo se había extinguido la conciencia de pueblo, sino la manifestación del Espíritu. Por eso el Pueblo de Dios estaba como muerto. Pero ¡He aquí la Buena Noticia! La presencia invasiva del Espíritu Santo. El viene a dar buenas noticias a los pobres, a vendar los corazones heridos, a dar liberación a los cautivos y prisioneros, a proclamar el Año del perdón.
2.- Todo es Buena Noticia, es decir, Evangelio. Tanto el Profeta como Jesús son constituidos en auténticos “Evangelistas”, portadores de buenas noticias. Por eso el creyente debe ser alegre, porque sabe que el Señor viene a salvar. Cada cristiano ha sido ungido – lleno del Espíritu Santo, como Jesús, y por eso es el Cristo. Nos dice el Apóstol en su carta que no extingamos la acción del Espíritu que está en nosotros. Si otrora se había extinguido la acción del Espíritu, lo que acarreó la extinción de la conciencia de Pueblo de Dios, hoy no debemos extinguir – apagar este Espíritu. Y la única forma de extinguirlo es no siendo dóciles a Él. Si el fuego no se alimenta se extingue. Tenemos que alimentar la acción del Espíritu. ¿Cómo? Lo dice el Apóstol: “Examínenlo todo”, vale decir, hay que practicar el discernimiento; como también lo enseña la Escritura que dice: “para que puedan discernir cuál es la Voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto”(Romanos 12,2).
3.- Juan Bautista dice algo que sigue siendo actual: “en medio de ustedes hay Alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí”.
Parece mentira, pero Jesús es el gran desconocido, sigue siendo rechazado, marginado. ¿Por qué? Tal vez hoy también se ha extinguido el Espíritu en muchos cristianos. Y sin el Espíritu no ha evangelización, no hay Buenas Noticias, no hay liberación. Reina la esclavitud en muchos lugares y de muchas maneras: la esclavitud ideológica, la del dinero, la droga y el vicio. ¡Y Dios nos quiere libres! No quiere que exista el tráfico de personas. Por eso es urgente proclamar la Buena Noticia de Jesús, que viene a salvar, a liberar. Proclamar y realizar salvación. Pero para eso hay que evangelizar. Cada cristiano, por ser un Ungido, otro Cristo, es portador de Buenas Noticias. ¿Lo somos?
4.- Nuestro Dios es un Dios que salva y nos envía a su Hijo. Por eso, hoy se nos invita a la alegría, “estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere”. Y es lo que queremos hacer hoy: Eucaristía. Es lo que queremos proclamar con las apalabras de la Santísima Virgen María: “Mi alma se regocija en mi Dios”. ¿Por qué? Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Que nuestra vida sea un permanente evangelio = anuncio de Buenas Noticias. Que siempre irradiemos con la fuerza del Espíritu la alegría de ser cristianos, la alegría de ser Discípulos-Misioneros.
Hermano Pastor Salvo Beas.