Skip to main content

Homilía para la Eucaristía del Domingo 10 de Diciembre de 2017.

Fuente :  https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/12/09/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-10-de-diciembre-de-2017/
 
Paz y Bien para todos. Dios les conceda un comenzar un cambio de rumbo en su vida.
DOMINGO SEGUNDO DE ADVIENTO.
Isaías 40,1-5.9-11: Dios envía al Pueblo que está en el destierro un mensaje de consuelo: habrá un nuevo Exodo; por eso hay que prepararle el camino.
2Pedro 3,8-14: la esperanza nuestra es teológica, no cronológica. Dios está por encima de las categorías humanas del tiempo. El Señor viene a renovarlo todo.
Marcos 1,1-8: Marcos sintetiza la predicación del Bautista con la exhortación a preparar el camino del Señor.
1.- Dios viene. ¿A qué? A salvar, a renovar. Su presencia siempre es renovadora, y es eso lo que quiere inculcarnos la Palabra.
Según la primera lectura el Señor promete a su Pueblo, que está en el destierro, sacarlo, liberarlo, renovarlo. De allí la imagen de un nuevo éxodo que, como el anterior, se realizará en el desierto. Esto exige al Pueblo preparar el camino. Lo que no se ha de entender de una manera material, sino a través de las señales hay que captar el Mensaje que Dios quiere entregar a su Pueblo.
Porque el Señor pide que sea el desierto el camino de gloria. Desierto = lugar de dificultad, tentación y muerte, que llegará a ser camino de salvación. Dios viene a salvar a su Pueblo que está desterrado.
 
2.- Dios viene a salvar, así como vino ya una vez. Pero nosotros a veces no entendemos a Dios. Nosotros en este mundo nos debatimos en categorías de espacio y tiempo. Dios no es así. El simplemente ES. Lo importante para Dios es la realización de su obra salvadora. Si a Israel se le habla de un nuevo éxodo, en el Nuevo Testamento se nos habla con una imagen bíblica: una nueva creación. Lo que da a entender una existencia totalmente distinta. Si realmente aceptamos al Señor que viene, si lo admitimos en nuestra vida, se realizará una nueva creación. De hecho, por la fe y el bautismo comenzamos a ser Hombres nuevos. Y sabemos que por la presencia del Espíritu Santo todo es renovado, hay una creación nueva, porque en el Reino todo es nuevo.
 
3.- Se nos invita a preparar el camino, debemos saber esperar, pero activamente. Las imágenes que utiliza el texto son elocuentes.
Todo lo que sea obstáculo para que Dios entre en nuestra vida debe ser quitado. Hay que allanar los senderos, es decir, destruir todo lo que se opone a que el Señor entre en nosotros, en nuestra vida. Preparar el camino suena a un trabajo de conversión.
Bien sabemos que “Camino” en el lenguaje bíblico es sinónimo de forma de vida. Y eso nos pide el Señor. A veces en vez de andar por los caminos del Señor tomamos otros senderos y nos extraviamos. Cuando el ser humano, la humanidad, no va por el camino del Señor no alcanza ni la plenitud, ni la renovación.
 
4.- Sólo habrá un cielo nuevo, una tierra nueva cuando la justicia y la paz se abracen. Es decir, cuando aceptemos al Señor y le hagamos caso (justicia), entonces habrá paz, armonía, plenitud.
Cristo es nuestra paz y nos trae salvación. Si queremos dejar entrar al Señor en nuestras vidas comencemos por quitar los obstáculos.
Que venga el Señor y nos muestre su misericordia. Entonces sí el Amor y la fidelidad se encontrarán, la justicia y la paz se abrazarán.
 
Hermano Pastor Salvo Beas.