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Homilía para la Eucaristía del domingo 19 de noviembre de 2017

No olvidemos las campañas que tenemos:
– Campaña de arreglo del techo; pronto iniciaremos los trabajos.
– Campaña de ayuda a familias necesitadas en Navidad. Traiga su aporte.
Dios colme de bendiciones a todos ustedes.

DOMINGO XXXIII.

Proverbios 31,10-13: se traza la pintura de la mujer perfecta: hacendosa, dadivosa, buena esposa y sensata. Sabe administrar su casa.

Mateo 25,14-30: es la última parábola de san Mateo sobe el Reino. Hay que saber ser responsable con los dones recibidos.

1.- Estamos prácticamente en el último domingo del año litúrgico, ya que el que viene es Cristo Rey. Una vez más se nos habla del misterio del Reino de Dios.

Algo que  nunca debemos perder de vista es que el Reino de Dios es lo esencial. Todo el discurso de Jesús giró en torno a este Misterio. Jesús nos trae esta Buena Noticia: el Reino. Nos conviene aceptarlo porque salimos beneficiados.

Pero el Reino es algo dinámico. Somos ciudadanos del Reino de Dios. No basta con saber esto. El domingo pasado nos decía la Palabra de Dios que hay que estar preparados. Y hay maneras y maneras de estar preparados. El evangelio de hoy es muy claro; se nos hace un llamado a la responsabilidad. Porque, según el decir de la Parábola, el Señor ha dejado en cada uno de nosotros sus talentos. Debemos ser responsables personalmente a fin de que los bienes de la salvación encomendados por el Señor a cada uno den los frutos adecuados.

2.- Por el contexto se puede afirmar que el punto de tensión de la parábola está en la escena de la rendición de cuentas. Jesús denuncia la inconsecuencia de los que reciben los dones y mensaje del Reino y luego pretenden refugiarse en una seguridad estéril. Un discípulo del Reino tiene que hacer fructificar los dones recibidos mientras esté en este mundo. Y esto exige diligencia y fidelidad. Pero no sólo se aplica al discípulo, sino también a la comunidad de los discípulos Toda comunidad debe saber responder a lo que el Señor le encomiende.

3.- Pero hemos de entender y aplicar bien esta parábola. Porque si leemos esta parábola en clave neoliberal-consumista, vale más el que tiene más y produce más. Y esta mentalidad es altamente peligrosa. Vaya un ejemplo. Las reformas educacionales que pretenden aplicarse en nuestro continente tratan de adaptarse a las nuevas exigencias que se van creando con el cambio global, aparecen centradas en lo que ayuda a la producción económica y denotan un claro reduccionismo antropológico, es decir, miran al ser humano sólo desde la perspectiva económica. Lo que importa y vale es producir y tener más. Y no falta quien justifique toda esta mentalidad con la parábola que estamos comentando. Pero no. Jesús no valora la producción por la producción, sino el sentido de responsabilidad. “Porque fuiste fiel en lo poco”, no importa la cantidad, “entra a participar del gozo de tu Señor”. Al otro no se le condenó por ladrón, al fin y al cabo nada había robado, sino por irresponsable.

4.- ¡Qué bien nos viene esta Palabra en este día tan especial para nosotros! No me cabe duda que los políticos y los candidatos son personas con talento para servir en la “cosa pública”; cada uno tiene lo que Dios les ha dado.

Lo importante es que los sepan poner al servicio de los demás, que no se sirvan de los talentos, que no haya un despilfarro de talentos.

Tenemos que saber apreciar los talentos de los demás y no sobrevalorar lo que nosotros tenemos.

Hoy, en el Banquete del Reino, recibiremos el mejor de los Talentos. Con El podremos ser diligentes y responsables. Al comulgar dale gracias al Señor por los talentos que te ha dado y pídele que te ayude a ser responsable.

                                                                        Hermano Pastor Salvo Beas.