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Homilía para la Eucaristía del Domingo 22 de Octubre de 2017.

Paz y Bien a todos. Desde el domingo 5 de Noviembre, la Misa de la tarde será a las 19’30.
 
DOMINGO XXIX.
Isaías 45, 1.4-6: Ciro, rey de Persia, es llamado el “Ungido” de Dios, título propio de los reyes davídicos y de Jesús, el UNGIDO = Cristo. Ciro es instrumento humano de los designios de Dios; va a salvar al Pueblo de Dios del destierro. Es que el Señor es el Señor de la historia.
Mateo 22,15-21: fariseos y herodianos se confabulan contra Jesús.
Fariseos: celosos religiosos, amantes de la Ley de Dios. Se oponen al César.
Los herodianos: partidarios de Herodes y con él, del César.
La trampa está bien construida; Jesús pone las cosas en su lugar.
1.- Dos posturas que se juntan para hacer una trampa. La de aquellos que por aceptar la soberanía de Dios, rechazan el impuesto al César. Los otros, que aceptan la soberanía del César, negando la soberanía de Dios. Esto no sólo tiene que ver con lo religioso, sino también con lo cívico. La postura de Jesús es clara: no adopta una total y abierta rebeldía a la autoridad del César. La ubica en un contexto diferente: la soberanía absoluta de Dios, pero sin pretender un gobierno teocrático, como lo querían los judíos. Tampoco la autoridad del César es absoluta; él no es dios, sólo un hombre con autoridad.
Los derechos de Dios no tienen límites, los del César sí. Por eso no hay problema de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es de él. No en vano el pueblo usaba las carreteras imperiales y su moneda.
2.- Esto tiene una tremenda actualidad hoy día. Como en tiempos de Jesús, unos propician un sistema teocrático, en el que todo se somete a los cánones religiosos. Y toda la sociedad no es religiosa, ni tiene la misma religión.
Otros, en cambio, propician un sistema llamado “Laico”. Esta acepción
tiene doble sentido. Uno, laico puede significar que se prescinde de Dios y de toda presencia religiosa. Dos, que aceptando una sana libertad religiosa, busca la convivencia, el bien común, basados en principios éticos universales.
La historia es maestra de la vida. Sabemos de sistemas totalitarios de izquierda y también de derecha, que pretenden subyugar a la persona. La persona no vale en sí, sino en la medida que es útil al sistema.
3.- Todo sistema totalitario es malo en sí, porque atropella la dignidad humana, niega valores fundamentales como ser: la familia, la persona, los hijos. Y esto no es cosa del pasado; siempre ha existido sistemas que se auto divinizan y pretenden dale al César lo que es de Dios. Como también aquellos que pretenden darle a Dios lo que le corresponde al César.
Nosotros los cristianos tenemos muchos que aportar a la sociedad; aportar sí, imponer no. Hay valores que son naturalmente cristianos, pero hay valores que son típicamente cristianos; a éstos hay que proponer, no imponer.
4.- Me llama la atención la mirada novedosa del profeta Isaías. No le cuesta decir que Ciro, un rey no judío, es el ungido de Dios, es decir, el instrumento humano de los designios de Dios. Es que ya el Profeta proclama que Dios es el Señor de la historia y se avale de los hombres para realizar su obra en este mundo.
Llegan a nosotros tiempos en que, en conciencia, podemos construir un país mejor. ¿Lo podremos? En la medida que sepamos ser personas maduras y sepamos vivir en una sociedad pluricultural y plurireligiosa sí.
La comunión que vamos a hacer es el encuentro de muchos distintos, pero que en Cristo somos uno. Esto nos debe mover a ser abiertos y tolerantes.
 
Hermano Pastor Salvo Beas.