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Homilía para la Eucaristía del Domingo 20 de agosto de 2017 . –

Fuente :  https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/08/18/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-20-de-agosto-de-2017/
Paz y Bien a todos ustedes. Pastor.

DOMINGO XX.

 

Isaías 56,1.6-7: se proclama la universalidad de la salvación. Todo el que practique el derecho, “

Mateo 15,21-28: a la primitiva comunidad cristiana le costó aceptar a los paganos. El presente pasaje invita a la asamblea a la plena aceptación.

1.- Se está tocando un tema religioso candente. ¿Qué hace justo al hombre la fe en Dios o el cumplir con la Ley? Porque la primera lectura insiste en observar el derecho y la justicia. Si esto significa cumplir con la Voluntad de Dios estamos en lo correcto. Pero en la medida en que la fe disminuye se reemplaza este cumplimiento de la Voluntad de Dios con obras externas, sin la interioridad de la fe, que es la que acata la voluntad de Dios. Eso es lo más importante.

Cuando un creyente o un grupo de creyentes se aferra a lo externo: leyes religiosas, culto, prácticas, pero vacios de contenido, cae en el fanatismo y el fundamentalismo. Entonces para salvarse hay que pertenecer a tal o cual grupo cerrado. Eso es caer en le sectarismo. Y eso no es lo que quiere Dios. Todo lo contrario.

2.- Hoy se nos está proclamando un Dios sin fronteras. Muchas veces la religión puede conducir a un exclusivismo, como le sucedió al judaísmo. Para salvarse había que adoptar todo lo concerniente a la religión judía. Por eso le costó a la primitiva comunidad cristiana, compuesta de judíos conversos, aceptar a los no judíos; querían imponerles sus leyes y costumbres. Pero ya la sagrada Escritura en el Antiguo Testamento esboza la universalidad de la salvación, porque “Dios quiere que todos los hombres se salven”. La razón la da la misma Palabra: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”. Dios no excluye a nadie. Ya en el relato del diluvio universal se le ordena a Noé que introduzca en el arca animales puros e impuros.

Es que es el hombre el que hace estos distingos: puros e impuros, dignos e indignos. Es peligrosa esta postura. Y el evangelio es claro. La fe de esa mujer pagana y la curación de su hija ofrecen criterios claros a este respecto. Cuando hay fe en Jesús no es posible negar a nadie la entrada en el Proyecto salvador divino. Todos estamos llamados a formar parte de la familia de Dios, pues el don de la fe no está circunscrito a ningún pueblo, ya que procede de la gratuidad divina.

3.- “Mi casa es casa de oración”. ¿Cuál es la casa? ¿Cuál es el Templo? Jesús. El es el verdadero templo, porque en Él habita la plenitud de Dios. “Y Jesús se refería al templo de su cuerpo”      (Juan 2,21). La Iglesia, la comunidad cristiana es el templo. “Ustedes (los paganos) ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familia de Dios…ustedes en Cristo van siendo incorporados en la edificación, hasta llegar a ser morada de Dios por el Espíritu”         (Efesios 2,19-22).

La Iglesia, es decir, la parroquia, comunidades, movimientos, no pueden ser cerrados. La Iglesia debe ser lugar de encuentro entre personas, lugar abierto a la esperanza de los pobres. Este será el signo de la presencia de Dios entre nosotros: un mundo, una sociedad sin fronteras, en el que a nadie se despida sin beneficiar.

4.- La mujer pagana le dobló la mano al Señor. La fe no sólo mueve montañas, sino rompe las barreras cúlticas.

Aprendamos la lección. La principal barrera pasa por el corazón. Que el Señor nos dé un corazón nuevo para poder amar sin fronteras. Para saber acoger al distinto, al inmigrante, que a veces rompe nuestros esquemas.

Son muchas las barreras que tenemos que superar. El racismo que se ve en los noticieros también se da en América latina. Somos cristianos, no podemos ser cerrados. Somos cristianos…tenemos que ser católicos, es decir, universales, abiertos a todos.

La comunión es un anticipo sacramental de lo que estamos viendo.

                                                               Hermano Pastor Salvo Beas.