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EDD. martes 08 de agosto de 2017.

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2017-08-08
Martes de la decimoctava semana del tiempo ordinario.
Santo Domingo, presbítero
Memoria obligatoria
Color: blanco
Domingo, canónigo español (1171-1221), nació en Careluera (España). Fundó en Tolosa (Francia) la Orden de Predicadores para luchar contra la herejía cátara (o de los Albigenses). Quiso que sus hijos fueran mendicantes y que su enseñanza se alimentara en la contemplación y el estudio, para poder ser útiles a la salvación de los hombres, mediante el ministerio de la Palabra.
Murió en Boloña en 1221 y fue canonizado el 3 de julio de 1234.
Antífona de entrada            Cf. Eclo 15, 5
El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que Santo Domingo ayude a tu Iglesia con sus méritos y enseñanzas, y que este insigne predicador de la verdad interceda bondadosamente por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Primera lectura
No sucede con Moisés como con los demás profetas, ¿por qué se han atrevido a hablar contra él?
Lectura del libro de los Números    12, 1-13
En aquellos días:
Miriam y Aarón se pusieron a murmurar contra Moisés a causa de la mujer cusita con la que este se había casado. Moisés, en efecto, se había casado con una mujer de Cus. “¿Acaso el Señor ha hablado únicamente por medio de Moisés?, decían. ¿No habló también por medio de nosotros?” Y el Señor oyó todo esto.
Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra.
De pronto, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam: “Vayan los tres a la Carpa del Encuentro”.
Cuando salieron los tres, el Señor descendió en la columna de la nube y se detuvo a la entrada de la Carpa. Luego llamó a Aarón y a Miriam.  Los dos se adelantaron, y el Señor les dijo: “Escuchen bien mis palabras: Cuando aparece entre ustedes un profeta, Yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño. No sucede así con mi servidor Moisés: él es el hombre de confianza en toda mi casa. Yo hablo con él cara a cara, claramente, no con enigmas, y él contempla la figura del Señor.
¿Por qué entonces ustedes se han atrevido a hablar contra mi servidor Moisés?”
Y lleno de indignación contra ellos, el Señor se alejó.
Apenas la nube se retiró de encima de la Carpa, Miriam se cubrió de lepra, quedando blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa, dijo a Moisés: “Por favor, señor, no hagas pesar sobre nosotros el pecado que hemos cometido por necedad. No permitas que ella sea como el aborto, que al salir del seno materno ya tiene consumida la mitad de su carne”.
Moisés invocó al Señor, diciendo: “¡Te ruego, Dios, que la sanes!”
Salmo responsorial    50, 3-7. 12-13
R/. ¡Piedad, Señor, porque pequé contra ti!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos.
Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable; yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu.  No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.
Aclamación al Evangelio     Jn 1, 49b
Aleluya.
Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel. Aleluya.
EVANGELIO
Mándame ir a tu encuentro sobre el agua.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   14, 22-36
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense, soy Yo; no teman”.
Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua”.
“Ven”, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: “Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios”.
Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron sanados.
 
Meditación :
Fuente : http://www.homiletica.org/legionarios/legionariosdecristoD0332.htm
San Mateo 14, 22-36 Regnum Christi
www.homiletica.org
San Mateo 14, 22-36: Hombres de poca fe. Autor: Regnum Christi . Fuente: Regnum Christi Para suscribirse . Evangelio Lectura del santo Evangelio según San Mateo …
 
Los apóstoles, al ver a Jesús caminando sobre las aguas, creían ver un fantasma. Pero, no, Cristo no es un fantasma, no es sólo un espíritu, no es un pensamiento o una idea que nos hemos inventado. Jesús es una persona real, que quiso abajarse hasta cada hombre, que quiso vivir, padecer y morir por cada uno, pero que también resucitó para llevarnos al cielo. La fe en este Cristo real, nos ha de llevar a sentir su amor, no en general, sino dirigido a cada uno, a pesar de nuestros abandonos, rechazos, titubeos o caídas.
Algunas veces tomamos la actitud de Pedro, porque somos hombres de poca fe, y dudamos. Las pruebas, las dificultades nos hacen pensar que Cristo es sólo un “fantasma”, pero sabemos que la realidad no es así, que la fe nos revela a un Jesús Amigo que se ocupa de nosotros como lo haría la mejor de las madres.
El Evangelio de hoy debe mover nuestra voluntad a la confianza en el Señor. Debemos confiar plenamente en Cristo, hay que abandonarse en sus manos, manifestarle con las obras que la barca de nuestra vida es completamente suya, que queremos que disponga de ella como le plazca.
¡Confianza, esperanza, valentía ante la tempestad, ante el mal que a veces vemos en el mundo! Sólo si Jesús nos acompaña en la barca de nuestra vida por medio de su gracia seremos capaces de luchar, de caminar de modo constante hacia el cielo.
Reflexión apostólica
Qué hermoso programa de vida sería el de vivir pendientes de las cosas del Señor, diciéndole con nuestra vida: “Señor yo me quiero ocupar de tus cosas, tú ocúpate de las mías”. Esta convicción nos hará vivir haciendo el mayor bien posible y procurando ganar el mayor número de personas a la amistad de Cristo.