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EDD. jueves 18 de agosto de 2016 .

Jueves de la vigésima semana del tiempo ordinario.
San Alberto Hurtado, presbítero.
Memoria obligatoria
Color: blanco.
http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2016-08-18
Antífona de entrada Mt 25, 34. 36. 40
Vengan benditos de mi Padre -dice el Señor- porque estuve enfermo y me visitaron. En verdad les digo que cuanto hicieron con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
ORACIÓN COLECTA :
Dios y Padre nuestro, que en san Alberto, presbítero, nos diste un signo admirable de tu amor, por su intercesión, concédenos perseverar unidos en el Evangelio, acompañando con el amor de Cristo a nuestro hermanos, especialmente los abandonados y los pobres, y promover así el reino de justicia, de amor y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA :
Primera lectura
La fe, si no va acompañada de las obras, está completamente muerta.
Lectura de la carta de Santiago 2, 14-18
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: Vayan en paz, caliéntense y coman, y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta.
Sin embargo, alguien puede objetar: Uno tiene la fe y otro, las obras. A éste habría que responderle: Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe.
Salmo responsorial 111, 1-4. 9
R/. ¡Feliz el que teme al Señor!
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será fuerte en la tierra: la posteridad de los justos es bendecida.
En su casa habrá abundancia y riqueza, su generosidad permanecerá para siempre.  Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. Feliz el hombre que teme al Señor.
EVANGELIO :
Aclamación al Evangelio   Mc 11, 9. 10
Aleluya.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! Aleluya.
Evangelio :
Se sentará en su trono glorioso y separará a unos de otros.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 25, 31-46
Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y Él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver.
Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?
Y el Rey les responderá: Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
Luego dirá a los de su izquierda: Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron.
Éstos, a su vez, le preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?
Y Él les responderá: Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo.
Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.

Comentario al evangelio de hoy :
http://www.aqplink.com/roguemos/2012/02/mateo-2531-46-conmigo-dejasteis-de-hacerlo/
Esta es una parábola que cala hondo entre nosotros, que la mayor parte del tiempo quedamos atrapados en la tenebrosa amenaza del infierno. Es esta amenaza la que se transmite de boca en boca, que muchos conocemos siendo niños, la que nos crea la imagen de un Dios castigador, vengativo, que nos hará pagar inexorablemente todas nuestras maldades. En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.
Lo lamentable es que muchos nos quedamos tan solo con esta imagen en nuestra mente y en nuestros corazones, que siendo verdaderamente parte de del evangelio, no son todo. Es tan equívoco quedarse con aquella imagen amenazante del castigo eterno, como quedarse tan solo con la muerte de Jesús en la cruz. Pero es innegable que ambas figuras han calado históricamente muy hondo en la humanidad, marcando, pienso que equívocamente el tono del mensaje de Jesús.
Yo creo, y esta es una impresión personal, que el evangelio encierra un mensaje totalmente arrollador. Se trata de una Buena Noticia, que debe alegrarnos y llenarnos de esperanza. Ojo, no se trata de repetir estas palabras sin sentido, como envanecidas por el frecuente uso que hacemos de ellas, asociadas al mensaje de Dios, pero sin realmente creer en ellas, porque las repetimos en escenarios más bien tristes, lúgubres y opacos. Por ejemplo, dentro de un templo medio oscuro, iluminado con tan solo velas, con imágenes dolorosas y atestado de gente acongojada, que habla a media voz y con temor, como si estuviera forzada u oprimida. En ese escenario, triste y de luto, hablar de esperanza y alegría, a media voz, hace que estas palabras en realidad pierdan sentido, pues dejan de ser jubilosas, en el sentido en que cualquiera las expresaría libremente, en el campo, por ejemplo. No puedo dejar de preguntarme si ese habría sido el “tono espiritual” que Jesús habría querido transmitir, o si más bien será el producto de una argucia del demonio, que de algún modo tenía que poner freno a este mensaje, enredándonos, aturdiéndonos y asustándonos. Sin embargo, claro, estas son palabras de Jesús: En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.
Pero no es con el castigo eterno, ni la amenaza que debemos quedarnos, sino con la importancia de llevar una vida coherente con el Evangelio, una vida de servicio y de amor preferente, por los más pequeños. Que esta misma es la actitud de Dios, compasiva con nosotros. Se trata de dar amor gratuitamente, en la misma forma en la que lo hemos recibido. Dar gratis, lo que gratis recibiste. Ser generosos, bondadosos, viendo a Jesús, nuestro Salvador, en los más pobre y necesitados. Él ha querido que mantengamos esta imagen. Que le veamos en los que más sufren, en los menos favorecidos, de modo tal que nos compadezcamos y solidaricemos con ellos, sino por ellos mismos, por Jesús, a quien decimos amar y quien está realmente con ellos.
De este modo, el Camino está muy claro y diáfanamente trazado. A Dios se va por caminos de Verdad, de Justicia, de Amor. Por lo tanto, este camino no se puede atender, ni transitar sin los demás, especialmente los más necesitados, los que tienen hambre, los que tienen sed, los que están enfermos, los que están presos. Eso es lo que tenemos que pensar y tener en cuenta cada segundo de nuestras vidas. A Dios llegamos por nuestros hermanos. Si escogemos vivir así, definitivamente estamos escogiendo ser contados entre las ovejas del Señor. Es nuestra vida, lo que elegimos ser, lo que determinará aquél Juicio Final. Depende de nosotros…Pero no hagamos tanto caso a la amenaza, como a la Promesa. Dios está con nosotros hasta el final de los tiempos. Dios está con nosotros…¡Es nuestro Padre! ¡Esa es la Buena Noticia que debe llenarnos de Alegría y Esperanza! ¡La Buena Noticia que demos transmitir! ¡La Buena Noticia que debe determinar nuestro proceder, nuestros actos, nuestra vida! En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.