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Homilía para la Eucaristía del domingo 10 de julio de 2016

Un cordial saludo a todos ustedes. Paz y Bien en el Señor. Hermano Pastor.

DOMINGO XV.

Deuteronomio 30,9-14: último discurso de Moisés llamando al Pueblo a la fidelidad a la Alianza. El que escucha la voz del Señor es fiel; su Palabra está en el interior del creyente.

Lucas 10,25-37: Jesús aclara al maestro de la ley el significado del término Prójimo, ya que en el Antiguo Testamento tenía un sentido muy restrictivo. Prójimo era el israelita, el cercano-vecino. Jesús le da otra dimensión al término y cómo comportarse.

1.- La enseñanza aparece aparentemente simple y clara, pero no es así. A la luz de la Palabra podemos distinguir dos enseñanzas muy ligadas entre sí, ya que así lo sugiere la pregunta del maestro de la ley: “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?” La respuesta es clara: hay que cumplir con la Voluntad de Dios expresada en la Ley. En otras palabras, quien vive la Voluntad de Dios es perfecto. La perfección no hay que buscarla fuera, ya que la Voluntad de Dios, como dice la Primera lectura, “está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la practiques”. Dios ha puesto en nuestro interior su voluntad para que la vivamos. Así tendremos vida, seremos perfectos. Esta es la primera enseñanza que nos deja hoy la Palabra: la Perfección, la Vida eterna hay que buscarla en el interior y vivirla. Como le dice Jesús al Maestro de la ley: “practícalo y vivirás”.

2.- La segunda enseñanza, que se desprende de la primera, tiene que ver con el cómo practicar lo que Dios quiere. Porque El quiere que le amemos por sobre todo, y al prójimo como a nosotros mismos. Ya vimos cómo el israelita restringía el sentido de prójimo a los de su nación solamente. Jesús plantea otra cosa: prójimo es todo aquel que se encuentra en necesidad; no importa si es israelita o pagano, bueno o malo. Para Jesús el prójimo es cualquier persona de cualquier origen. Pero hay un detalle importante, hay que comportarse como prójimo. La pregunta con la que concluye la parábola es clave: “¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado?” Es todo lo contrario a lo que hacen  el sacerdote y el levita. Estos hicieron un rodeo, lo esquivaron, para no contaminarse y quedar impuros, y siguieron de largo.

La lección es clara y dura. El prójimo no es el que se acerca a mí a pedirme algún servicio, sino aquel al cual yo descubro necesitado, me aproximo para brindarle lo que necesita: dignidad y amor.

3.- Ambas enseñanzas de la Palabra son actuales. Hay muchos que son religiosos, pero de fachada, de formas, de ritos. Hoy se cultivan las formas, los signos. Corremos el riesgo de quedarnos en la superficie, ser superficiales, y creer que la perfección está en las formas. NO. Hemos de ser cultores de la hondura, que buscan en su interior la Voluntad de Dios. Personas capaces de discernir. Hoy hay muy poco discernimiento a la luz de la fe. Y de esta manera, saber acercarnos, aproximarnos al otro, sea quien sea; ser capaces de correr el riesgo por tomar en serio al otro.

Hoy hace falta la cortesía. La cortesía es una virtud divina, Dios es cortés. El Génesis 1,31 dice: “Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno”. Sólo el que sabe ver la bondad intrínseca del otro sabrá comportarse como prójimo. Cuando falta la cortesía falta el respeto al otro. Esta es la lección que nos deja la Palabra; hermosa, pero difícil.

4.- Hoy se cumple esta Escritura. Jesús es el Divino Samaritano, que al ver nuestra situación calamitosa se conmueve, usa de misericordia con nosotros. Se detiene, no pasa de largo; se acerca, nos cura y carga con nosotros. Esto lo hizo no sólo cuando se hizo hombre, sino siempre lo hace. Hoy se hace prójimo y carga con nosotros. Él es quien paga por nosotros. ¿Qué esperamos para acercarnos a Él? “Busquen al Señor y vivirán”, dice el salmo responsorial.

Hoy el Señor nos envía y nos da una consigna: “Ve, y procede tú de la misma manera”.

                                                      Hermano Pastor Salvo Beas.

                                                          Párroco de San Miguel.