Skip to main content

La fraternidad, la cercanía y el diálogo, antídotos del individualismo, la prisa y el egoísmo

El sábado 21 y el domingo 22 de mayo realizaremos el Encuentro anual de Guardianes de las fraternidades de Laicos Capuchinos.
¡Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!, decimos en el primer versículo del salmo 133. Encontrarnos físicamente nos ayuda a conocernos, a estar más unidos, a escucharnos, a comprender al hermano y hermana.
El testimonio que debemos dar al mundo es la vida en fraternidad. Somos hermanos y esa es nuestra vocación y estilo de vida. No al dominio, al arribismo y a la lucha por el poder, sea cual sea. Somos servidores y sólo servidores, como Jesús, el Señor, que lava los pies a los discípulos como ejemplo que ellos deben continuar.
Cuesta viajar, encontrarnos, dedicar un fin de semana a formarnos, a orar, a dialogar. La tentación actual es arreglarnos nosotros mismos, trabajar solos, decidir solos. Podríamos tener una teleconferencia desde nuestra casa y encontrar, trabajar y formarnos de ese modo. ESE NO ES EL CAMINO CRISTIANO Y FRANCISCANO. SERÁ EL CAMINO PARA SACAR ADELANTE UNA EMPRESA COMERCIAL, PERO NO UNA FRATERNIDAD.
El Señor Jesús está presente cuando dos o tres están reunidos en su nombre (cf. Mt 18, 20) y también el Padre Dios escucha la oración de los que se unen en la tierra para pedir algo (cf. Mt 18, 19).
Invito a todos los hermanos y hermanas que participarán en el Encuentro de Guardianes de Hualpén a tres cosas:
creer firmemente en el don de la fraternidad: somos hermanos y sólo hermanos,
testimoniar el don de la fraternidad siendo cercanos a todos, especialmente a los que más sufren y a los que no conocen a Dios,
formarse para crecer en el espíritu fraterno y en el enriquecimiento mucho.
Que el Señor Jesús les bendiga.
Fraternalmente.
Fray José Miguel Jiménez Cohl, OFMCap.