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Homilía para la Eucaristía del Domingo 10 de abril de 2016.

Hermanos, no olviden que desde hoy las misas dominicales son: 9, 10’30, 12 y 19 hrs.
Sigue abierta la inscripción a la Catequesis de Primera comunión.
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DOMINGO III DE PASCUA.
Hechos 5,27-32.40-41: Los Apóstoles libre y valientemente dan testimonio de Cristo. Ellos se saben testigos del Resucitado.
Apocalipsis 5,11-14: Jesucristo resucitado es el Cordero degollado; es una alusión al cordero pascual, cuya sangre liberó a los israelitas. Jesús recibe todo honor y gloria.
Juan 21,1-14: Tercera manifestación del Resucitado. Destacar: -la pesca milagrosa: signo de salvación; hay abundancia, es decir, totalidad, ya que en la red todos los pueblos caben. – El Discípulo Amado reconoce al Resucitado: es el amor a El el que le permite descubrir la presencia del Señor. – Jesús indica por donde echar la red: es El quien dirige la misión apostólica.
1.- Seguimos celebrando al Resucitado. Jesús no sólo tiene plenitud, sino es Plenitud; plenitud de vida, plenitud de poder. Y de esto dan testimonio los Apóstoles, ya sea con su predicación, ya sea con los escritos, como es el caso del Apocalipsis, que nos muestra a Jesús victorioso.
Aun cuando el mundo se manifieste hostil El sigue siendo vencedor y salvador. Pero este Señor glorioso, victorioso no está ni ajeno, ni ausente a la comunidad de los discípulos. Al contrario, está siempre presente y actuante hasta el día de hoy.
2.- La escena que nos presenta el evangelio nos deja varias lecciones.
Primero: hay que saber descubrir la presencia del Señor. Y la única manera de descubrirlo es por medio del Amor. El amor es la otra cara de la fe. Una fe sin amor es vana, no sirve. Sólo el Discípulo Amado lo descubre. Hay que tener en cuenta que en san Juan los personajes son tipos, modelos representativos. En el caso del evangelio de hoy, el Discípulo Amado viene siendo el creyente perfecto, que cree y acepta al Señor. Ese personaje puede ser tú, yo, o cualquiera de los que estamos escuchando su Palabra.
Segundo: Jesús les indica por donde echar la red. En verdad, no es la primera vez que escuchamos esto. En Lucas 5,4 le ordena a Pedro: “rema mar a dentro”. Esto nos está indicando que es El quien dirige la acción apostólica; es cuestión de obedecerle, de hacerle caso.
Tercero: bien sabemos el sentido de la pesca: salvación. “Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Timoteo 2,4). Y al decir “Todos” no se excluye a nadie. La abundancia de peces significa totalidad.
3.- Todo esto debe ser aplicado hoy, en el contexto pagano en el que nos toca actuar. Así, por ejemplo:
– Hoy son muchos los que quieren que la Iglesia no hable, que se recluya en los templos. “Los curas a la sacristía”. Pero, “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
-No podemos como cristianos actuar a nuestra pinta; hay que obedecer al Señor. El es quien nos dice dónde tirar la red, dónde proclamar el evangelio. Me temo que todos hemos hecho poco caso al Señor y no hemos tirado adecuadamente las redes; nos hemos quedado callados, sin proclamar al Señor.
-Si en verdad nos consideramos “Discípulos Amados” del Señor sabremos descubrir su presencia salvadora en muchas situaciones de nuestra vida, aun aquellas que nos parezcan desagradables.
-En una sociedad excluyente debemos saber crear la cultura de la inclusión. Dios no excluye a nadie, en su Red todos caben. Lo mismo en la Iglesia, en nuestra mente y en nuestro corazón.
4.- Estamos celebrando al Señor Resucitado, al Cordero que fue inmolado por nosotros. El salmo responsorial se aplica en primer lugar a Jesucristo: “Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste”. Y cada uno de nosotros puede hacer suyo este salmo, porque en verdad, el Señor Dios no sólo liberó a su Hijo del poder de la muerte, sino también a nosotros. Por El hemos sido liberados y “nosotros somos testigos de todas estas cosas”. Somos testigos porque hemos experimentado salvación; somos testigos porque también nosotros hemos comido con El. Es El quien hoy dice a nosotros: “Vengan a comer”. Y nosotros sabemos que El es el Señor. Celebremos esta fe en El.
Hermano Pastor Salvo Beas.