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Homilía para el domingo de Pascua de Resurrección.

A TODOS UNA FELIZ PASCUA DE RESURRECCION, CON CARIÑO. HNO. PASTOR.
DOMINGO DE PASCUA.
Hechos 10,34.37-43: Pedro proclama la Resurrección de Jesús, acontecimiento que explica todo el misterio de Cristo y su mensaje. Los Apóstoles son testigos de todo.
1Corintios 5,6-8: ante un caso de conducta incorrecta en la comunidad Pablo da instrucciones precisas que reflejan el correcto actuar de la comunidad de fe: -condena el pecado, -hay que eliminar la levadura fermentada, es decir, las intenciones y conductas malas, que podrían dañar a la comunidad.
Juan 20,1-9: por la resurrección los discípulos comprenden a Cristo. Es el “discípulo amado” quien “ve y cree”; él tiene la primacía de la fe.
1.- “Este es el Día en que actuó el Señor”. Sí, Dios ha actuado portentosamente, pero silenciosamente, ya que al resucitar a su Hijo, al rescatarlo del poder de la muerte, lo hizo de una manera que nadie se dio cuenta. Pedro y el Amado corren al sepulcro. ¿A quién ven? A nadie. Pero creen. ¿Quién creyó primero? El discípulo amado, ya que tiene la primacía de la fe. Porque ama percibe la presencia del resucitado. Lo mismo sucederá en Juan 21,7: es el amado el que descubre al Resucitado que está a la orilla del mar de Tiberíades. Porque ama cree, y porque cree ama, vive esa fe.
Lo que se dice aquí de Juan se aplica a todos los apóstoles de todos los tiempos. La fuente de reconocimiento de Jesús resucitado es el amor a El. Un cristiano, una comunidad, si no ama no descubre la presencia del Señor y no lo proclama.
2.- La comunidad cristiana lo es en la medida que acepta a Cristo en su vida y lo vive. Vivir a Cristo resucitado implica un estilo de vida coherente con el Señor. Es vivir una vida nueva, distinta, ya que es una comunidad de fe. Al respecto, es interesante lo que nos dice la carta a los Corintios que acabamos de escuchar. El apóstol utiliza el símil de la levadura. En el lenguaje bíblico generalmente significa corrupción, malicia. Así como un poco de levadura basta para leudar toda la masa, del mismo modo la presencia del mal en una comunidad de fe la puede contaminar, echar a perder. No puede una comunidad de resucitados, que cree y ama al Señor, mantener la corrupción en su seno. Así como en el mundo la justicia ordinaria considera a algunos como un peligro para la sociedad, del mismo modo san Pablo nos advierte del peligro de la presencia contaminadora del mal. ¿Significa esto que vamos a condenar al pecador? No, sino velar por que el mal no contamine a la comunidad. Hay que saber combinar la misericordia con la exigencia de la fe.
3.- Como comunidad cristiana debemos ser una Comunidad Pascual, es decir, como un pan ácimo, sin levadura, ya que nosotros aceptamos a Cristo, nuestra pascua. Se nos pone la vara muy alta: ser una comunidad santa, pero conscientes de que el mal se puede colar. No se trata de ser una secta cerrada, sino abiertos al mundo, a la sociedad, aportando lo nuestro al mundo y recogiendo lo bueno que hay en el mundo.
Una comunidad mundanizada es la que permite que se incube el mal y se acepte como normal. Por ser creyentes y amantes del Resucitado debemos estar atentos y saber discernir qué es lo bueno y lo que agrada al Señor.
Dios actúa silenciosa, pero eficazmente. La levadura también actúa silenciosamente, sea para bien como para mal. También nosotros, a la manera de Dios, actuemos en el mundo de una manera silenciosa, pero eficaz. Sea ésta nuestra estrategia. Meter bulla, patalear en las calles o en el Congreso resulta estéril, de nada sirve. Hay que saber actuar en silencio, acogiendo al Señor resucitado.
4.- El Señor resucitó. Esto es más que una doctrina, es un acontecimiento, es la vida que irrumpe en el mundo. La Fuerza de Dios, el Espíritu de Dios, que actuó desde el principio, es quien resucitó a Jesús a una vida nueva. Es quien ahora influye eficazmente en todos aquellos que lo aceptan y creen en El. Hoy celebramos al Señor que vive, presente en medio nuestro. Comulgar es dejar entrar en nosotros este principio de vida renovadora. Celebremos.
Hermano Pastor Salvo Beas.